Mientras el director se reía gritando palabras amenazadoras,
una silla le golpea en la cara dejándole aturdido y con la mandíbula sangrando.
Dorian no veía quien había sido, pero estaba asustado pensando que le
golpearían a él. Después del golpe, la sala se queda en silencio, solo se
escuchaba la respiración de Dorian. Asustado, escucho unos pasos. Dorian se
puso más nervioso, ya que no veía nada y pensaba que le iban a matar.
El misterioso hombre empezó a quitarle la cuerda que retenía
a Dorian. Cuando el hombre empezó a hablar ya no parecía un hombre, la voz era de mujer, y de una adolescente. La chica
le dijo que saliera corriendo de este sitió. Dorian pidió una explicación, pero
la chica solo le dijo que ahora no era el momento apropiado. Le dijo que fuese al
día siguiente a las dos de la noche al antiguo astillero de Carel. La chica se
fue. El astillero tendría unos doscientos años, y creía que estaba derrumbado
actualmente. Pero iría de todas formas.
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